los valles ocultos de salkantay

Desde Cusco, nos dirigimos hacia Limatambo, pasando por el Paso Tika Tika, donde obtendremos nuestras primeras vistas del majestuoso Monte Salkantay y el Humantay en el horizonte, antes de cruzar la meseta de Anta. Conduciremos pasando por panoramas impresionantes de esta vibrante región agrícola con vistas a picos nevados escarpados en el fondo, y llegaremos al punto de inicio del sendero justo más allá del pueblo de Misquiyaco, donde comenzaremos nuestra caminata a través de una de las áreas de conservación privada más nuevas de Perú, establecida por ley en 2021. Comenzamos nuestra caminata cuesta arriba a través de un antiguo Bosque Relicto Meso-Andino, un tipo raro de bosque de nubes interandino que existe en menos del 0.02% del vasto territorio de Perú. Entre las especies que habitan este bosque se encuentran el Tasta (Escallonia myrtilloides) y el Chachacomo (Escallonia resinosa), especies de árboles protegidas por la ley peruana. A medida que nos acercamos a las alturas, observaremos cómo cambia el ecosistema con la altitud, dejando atrás la línea de árboles para entrar en las altas praderas y llegar a nuestro campamento en Acopía (4200 metros sobre el nivel del mar).

Saliendo de Acopía, continuaremos nuestra ascensión cuesta arriba hacia el primer paso en Tambomachay (4660 metros sobre el nivel del mar). A medida que el día se calienta, es posible que veamos algunas especies de aves andinas, incluyendo cóndores, mientras planean majestuosamente sobre las montañas. Después de 5-6 horas de suave ascenso, llegaremos a nuestro lugar de almuerzo, Uspaccasa (4,550 metros sobre el nivel del mar), una zona resguardada justo más allá del paso con vistas majestuosas al Monte Salkantay y al Monte Humantay. Después del almuerzo, continuaremos a lo largo de la cresta alta y nos dirigiremos hacia la derecha hacia el Paso Cruzjasa (4,550 metros sobre el nivel del mar), donde tendremos fantásticas vistas de la cara sur del Monte Palcay, la cara sur del Monte Salkantay y el Valle de Pampacahuana, y disfrutaremos de la sensación especial de soledad que proviene de saber que hay pocos otros seres humanos en las cercanías. Desde aquí, descenderemos por un sendero empinado hasta nuestro campamento, donde dormiremos rodeados de montañas y estrellas en el Mirador de Pampacahuana (3902 metros sobre el nivel del mar).

Nos despediremos del imponente Monte Salkantay y continuaremos nuestra caminata cuesta abajo a lo largo de un antiguo canal inca que fluye por el centro del Valle de Pampacahuana, pasando por un paisaje salpicado de pequeños asentamientos agrícolas. Al final del valle, comenzaremos a observar una mayor variedad de vegetación mientras descendemos más allá de la línea de árboles antes de llegar a Paucarcancha, un remoto sitio inca en la confluencia de los valles de Pampacahuana y Q'esca. Después de una breve visita para explorar los muros de piedra inca y los restos de antiguas casas en el sitio, almorzaremos. Luego continuaremos nuestro viaje cuesta abajo y nos uniremos al primer tramo del famoso Camino Inca, descendiendo hacia las ruinas de Patallacta. Este sitio solía ser una parada importante para los incas en su camino a Machu Picchu. Después de una breve visita, continuaremos hacia nuestro campamento en Chamana, que es un campamento privado equipado con una ducha caliente para que te limpies y refresques después de la actividad extenuante de los últimos días. Campamento en Chamana (2590 metros sobre el nivel del mar).

En este punto, estaremos en el borde del Santuario Histórico de Machu Picchu, donde exploraremos el aislado sitio arqueológico llamado Machu Q'ente. Dependiendo del ritmo del grupo y del tiempo disponible, también podremos tener la oportunidad de visitar Wayna Q'ente, otro sitio destacado ubicado cerca. Después de la visita, dejaremos el Santuario a través del pueblo de Q’oriwairachina y nos dirigiremos hacia Piscacucho, donde se encuentra la entrada principal al Camino Inca. El camino nos llevará junto al río Vilcanota y a través de varios sitios arqueológicos más antiguos. De hecho, este es el mismo camino que Hiram Bingham siguió cuando fue llevado por primera vez a Machu Picchu por las personas locales que vivían aquí en 1911. Desde aquí, viajaremos en coche a Ollantaytambo, a tiempo para tomar el tren de la tarde a Aguas Calientes, donde pasaremos la noche antes de visitar la mágica ciudadela de Machu Picchu el Día 5. Cena por cuenta propia.

Después de un desayuno temprano, un rápido viaje en autobús de media hora nos lleva por la carretera hasta las puertas de Machu Picchu, donde disfrutaremos de un recorrido guiado de tres horas por esta antigua ciudadela en la cima de la colina. Explorar los diversos sectores y entrar en algunas de las casas y templos dará vida a estas icónicas ruinas para nosotros. Mientras nos sumergimos en este lugar místico, sentiremos que hemos entrado en un sueño de tiempos antiguos. Pasear entre estas antiguas estructuras hechas por el hombre que se mezclan perfectamente con el entorno natural nos dejará con un sentimiento de asombro y reverencia, y nos regalará recuerdos para saborear durante años. Por la tarde, regresaremos al pueblo donde un tren nos llevará de vuelta a Ollantaytambo. En el tren, tendrás entretenimiento a bordo, bocadillos y bebidas frías y calientes disponibles. Llegaremos a la estación de tren de Ollantaytambo, donde seremos recogidos y llevados de regreso a la ciudad de Cusco.